Tan fácil como dejar de luchar...
bajar los brazos, matar la sonrisa,
simplemente dejar de jugar
a ser quien me limita.
Ni amar ni querer, ni tan siquiera pretender,
¿para qué? ¿quién lo quería?
No era yo, tú me lo pedías
mientras yo lloraba sin entender.
Error en las personas, error en los lugares,
en esta habitación tan sombría,
tu mente, tu mensaje...
mi muerte, madre mía.
miércoles, 24 de mayo de 2017
viernes, 11 de diciembre de 2009
No dejo de pensar,
de torturar mi mente hastiada,
de buscarte y no encontrarte,
de morir y seguir respirándote.
No quiero olvidarme,
no quiero sentir, ¡¡dejadme!!
Son mis espinas, son mis lanzas,
es mi regodeo en las heridas de batalla.
Y para qué contarlo...
seguiré siendo prescindible,
seguiré sintiendo que me odio,
seguiré cayendo a este pozo sin fondo.
de torturar mi mente hastiada,
de buscarte y no encontrarte,
de morir y seguir respirándote.
No quiero olvidarme,
no quiero sentir, ¡¡dejadme!!
Son mis espinas, son mis lanzas,
es mi regodeo en las heridas de batalla.
Y para qué contarlo...
seguiré siendo prescindible,
seguiré sintiendo que me odio,
seguiré cayendo a este pozo sin fondo.
lunes, 3 de noviembre de 2008
Demasiado cansado...
Estoy demasiado cansado de todo...
Demasiado cansado de ti, que me hostigas, que me incitas, que no dejas que sea yo sino un reflejo pálido de ti, que siempre llega tarde, que siempre corre y nunca haya meta... que siempre sueña para tener que despertar a este vacío de rutina, de reproches... pese a darlo todo.
Demasiado cansado del trabajo, que cada mañana me pide, me exige, hace de mis sensaciones un mero vagar que siempre está envuelto en fracaso, en mediocridad... pese a darlo todo.
Demasiado cansado... demasiado... sólo quiero parar, olvidarme de que yo soy yo, de que estoy donde estoy y de que no voy a ninguna parte. Demasiado cansado de vivir las esperanzas de los demás, de sentirme exhausto a la par que inconcluso... de rogar a la pared y suplicar al mudo cielo...
Dejadme en paz... ¿no véis que no quiero ser yo?
Demasiado cansado de ti, que me hostigas, que me incitas, que no dejas que sea yo sino un reflejo pálido de ti, que siempre llega tarde, que siempre corre y nunca haya meta... que siempre sueña para tener que despertar a este vacío de rutina, de reproches... pese a darlo todo.
Demasiado cansado del trabajo, que cada mañana me pide, me exige, hace de mis sensaciones un mero vagar que siempre está envuelto en fracaso, en mediocridad... pese a darlo todo.
Demasiado cansado... demasiado... sólo quiero parar, olvidarme de que yo soy yo, de que estoy donde estoy y de que no voy a ninguna parte. Demasiado cansado de vivir las esperanzas de los demás, de sentirme exhausto a la par que inconcluso... de rogar a la pared y suplicar al mudo cielo...
Dejadme en paz... ¿no véis que no quiero ser yo?
sábado, 1 de marzo de 2008
fuera del patrón
No me apetece postear otro poema... no es así como me siento...
Hoy prefiero hablar de la desesperanza, de lo que la marea te inflige a cada paso...
¿Nunca has sentido la marea? quizás estés, como yo, inmerso/a en ella y no te das cuenta...
La marea es lo que te lleva adelante cuando no tomas las riendas (o cuando crees no poder tomarlas), es aquello que se encarga de que el tiempo pase por tu vida sin que tú sepas que está pasando, sin que puedas recobrar lo no vivido...
Se presenta como un jinete galante o una sirena de infinita belleza, halagando tu esfuerzo, compungiéndose en tu cansancio y compadeciendo tu hastío... te tiende una mano, te ofrece ayuda... (¿por qué te esfuerzas tanto? ¿por qué no descansas un poco y dejas que todo fluya sin más... sólo un rato? Yo me encargaré que todo siga igual...).
Tomas su mano, te abandonas (sólo un rato, luego vuelvo a mis quehaceres, pero necesito un descanso)....
Sin darte cuenta pasan días, semanas... ¡¡ años !! Y un día abres los ojos un fugaz segundo y los vuelves a cerrar con toda la fuerza de tu alma... ¿¿qué es esto?? ¿¿qué ha pasado?? ¿¿qué es mi vida ahora??
El miedo te atenaza, sientes que lo que te rodea no es sino un hilo alternativo del futuro entre una madeja infinita de posibilidades... ¡¡ sólo es uno de los posibles caminos !! (sí, pero ya es el tuyo...). Tratas de volverlos a abrir, no crees que esto te esté pasando, no sabes cómo has llegado aquí, sólo sabes que un día diste una mano y caíste en tu propia desidia, en un sueño introspectivo, intimista, retraído y melancólico que te arrastró sin remedio... Y SIN CONCIENCIA...
Sin jinete ni sirena, despiertas en tu realidad... perdido, sin una luz que te guíe... aún más desesperanzado que aquél día en que caíste en la marea...
Hoy prefiero hablar de la desesperanza, de lo que la marea te inflige a cada paso...
¿Nunca has sentido la marea? quizás estés, como yo, inmerso/a en ella y no te das cuenta...
La marea es lo que te lleva adelante cuando no tomas las riendas (o cuando crees no poder tomarlas), es aquello que se encarga de que el tiempo pase por tu vida sin que tú sepas que está pasando, sin que puedas recobrar lo no vivido...
Se presenta como un jinete galante o una sirena de infinita belleza, halagando tu esfuerzo, compungiéndose en tu cansancio y compadeciendo tu hastío... te tiende una mano, te ofrece ayuda... (¿por qué te esfuerzas tanto? ¿por qué no descansas un poco y dejas que todo fluya sin más... sólo un rato? Yo me encargaré que todo siga igual...).
Tomas su mano, te abandonas (sólo un rato, luego vuelvo a mis quehaceres, pero necesito un descanso)....
Sin darte cuenta pasan días, semanas... ¡¡ años !! Y un día abres los ojos un fugaz segundo y los vuelves a cerrar con toda la fuerza de tu alma... ¿¿qué es esto?? ¿¿qué ha pasado?? ¿¿qué es mi vida ahora??
El miedo te atenaza, sientes que lo que te rodea no es sino un hilo alternativo del futuro entre una madeja infinita de posibilidades... ¡¡ sólo es uno de los posibles caminos !! (sí, pero ya es el tuyo...). Tratas de volverlos a abrir, no crees que esto te esté pasando, no sabes cómo has llegado aquí, sólo sabes que un día diste una mano y caíste en tu propia desidia, en un sueño introspectivo, intimista, retraído y melancólico que te arrastró sin remedio... Y SIN CONCIENCIA...
Sin jinete ni sirena, despiertas en tu realidad... perdido, sin una luz que te guíe... aún más desesperanzado que aquél día en que caíste en la marea...
jueves, 7 de febrero de 2008
Rosa entre heces
Este poema, pese a lo escatológico, me gusta porque me recuerda un momento muy duro y desesperanzado...
Entre heces nació una rosa
y sentí la vida brotar.
Cuan feliz, risueña mariposa
eché mis alas a volar.
Vivió la rosa su vida,
infinito sentir del placer.
Mas un día llegaron espinas
e inevitable fue el padecer.
Y un día murió la rosa
gritando en dolor mil veces.
Su alma se fue, jubilosa,
dejando espinas y heces.
Entre heces nació una rosa
y sentí la vida brotar.
Cuan feliz, risueña mariposa
eché mis alas a volar.
Vivió la rosa su vida,
infinito sentir del placer.
Mas un día llegaron espinas
e inevitable fue el padecer.
Y un día murió la rosa
gritando en dolor mil veces.
Su alma se fue, jubilosa,
dejando espinas y heces.
viernes, 25 de enero de 2008
Miradle
Miradle, allá va ese infeliz
bebiendo de una sombra,
alegría triste, vejez juvenil,
corazón y mente, guerra hermosa.
Miradle, un suspiro sofocado,
mecer suave de la brisa
combinando llanto y risa
en un lamento entrecortado.
Miradle, y hacedlo bien
porque este es el pasado
que me cubre hasta la sien
cuando no estoy a su lado.
bebiendo de una sombra,
alegría triste, vejez juvenil,
corazón y mente, guerra hermosa.
Miradle, un suspiro sofocado,
mecer suave de la brisa
combinando llanto y risa
en un lamento entrecortado.
Miradle, y hacedlo bien
porque este es el pasado
que me cubre hasta la sien
cuando no estoy a su lado.
miércoles, 23 de enero de 2008
Del mar de tu alma
Más versos para este miércoles...
Si del mar de tu alma sientes
una lágrima caer
cuando la alegría reina en tu ser,
no ahogues su torrente.
Si de inmenso júbilo estás lleno
y llega triste el corazón,
acude pronto a su consuelo
con palabras de amor.
Si en la vida estás perdido
y no encuentras salida,
vive soñando un destino
en que nada te domina.
Si del mar de tu alma sientes
una lágrima caer
cuando la alegría reina en tu ser,
no ahogues su torrente.
Si de inmenso júbilo estás lleno
y llega triste el corazón,
acude pronto a su consuelo
con palabras de amor.
Si en la vida estás perdido
y no encuentras salida,
vive soñando un destino
en que nada te domina.
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