lunes, 3 de noviembre de 2008

Demasiado cansado...

Estoy demasiado cansado de todo...

Demasiado cansado de ti, que me hostigas, que me incitas, que no dejas que sea yo sino un reflejo pálido de ti, que siempre llega tarde, que siempre corre y nunca haya meta... que siempre sueña para tener que despertar a este vacío de rutina, de reproches... pese a darlo todo.

Demasiado cansado del trabajo, que cada mañana me pide, me exige, hace de mis sensaciones un mero vagar que siempre está envuelto en fracaso, en mediocridad... pese a darlo todo.

Demasiado cansado... demasiado... sólo quiero parar, olvidarme de que yo soy yo, de que estoy donde estoy y de que no voy a ninguna parte. Demasiado cansado de vivir las esperanzas de los demás, de sentirme exhausto a la par que inconcluso... de rogar a la pared y suplicar al mudo cielo...

Dejadme en paz... ¿no véis que no quiero ser yo?